POÉTICUS

HUMEDAD

Heme aquí, como el primer bebedor de tu humedad-mujer. (Tonypeña)



Tus fluidos embisten los misterios de mi instinto,
acelerando bestialmente la tórrida pócima del cuerpo;
escudriño con frenesí la certeza de tu humectado fruto
y profano tus pétalos entreabiertos…
El fin inferior de tu espina dorsal está allí para mí
como orquídea de Montecristo,
presto para deshojar su corola y pistilo
que deslizan gotas de rocío …
Tus piernas embriagan mi lengua tibia
y tus contorsiones pelvianas obnubilan mis ojos
para darle paso a manantiales de luz.
Tu espalda vaporosa impresionista,
-contemplación silente del yo artista-
mi respiración in crescendo
y voy disparando latidos del corazón en ráfaga;
mientras tanto, ya mi lengua desquiciada hace lo suyo,
el vaho de mi boca susurra tu nombre
y yo, sin aliento casi,
cierro los ojos para mirarte en el éxtasis del paraíso…
Desde la zona erógena de Gräfenberg
claudico derrotado
por un baño de efluvios sandálicos
y un hilito salado y medio ácido de tus entrañas
que lubrican los senderos sacros del deseo.